lunes, 16 de marzo de 2009

ECONOMÍA



MUERTE ANUNCIADA?

Por Alvaro Ríos Roca*

Como pudo advertirme textualmente el comandante Fidel Casto en una reunión en La Habana, el mes de marzo del 2006: “En breve el presidente Evo Morales estará estatizando y nacionalizando los hidrocarburos. Conociendo muy bien a los bolivianos, puedo asegurar que lo harán tan mal que en 8 a 10 años mas, nuevamente estarán privatizando y abriendo el sector hidrocarburos al capital privado. Lastimosamente no son consecuentes como nosotros los Cubanos”.


A Bolivia siempre le ha fascinado embriagarse con sus materias primas y ahora lo continúa haciendo muy espectacularmente con el gas natural. Cuesta admitirlo, pero es el país más pendular de la región y tal vez del orbe. Y no es que Bolivia no defina políticas energéticas. Las define muy bien y son muy marcadas y contundentes. Lo paradójico y dañino, es que son extremadamente oscilantes y no perduran más allá de una década y/o de dos o tres gestiones de sucesivos gobiernos.
Sólo hace 10 a 12 años atrás, el país se embriagó, se capitalizó y se privatizó Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y se entregaba los recursos hidrocarburíferos y el desarrollo del sector energético al capital privado internacional. Nadie va a dudar que fuera una política energética muy clara y definida.
El año 2003, el país en su conjunto comenzó a embriagarse nuevamente, pero esta vez en sentido contrario. Se condenó radicalmente la política de apertura al capital privado, se condenó la exportación de gas a Norte América y a Chile, y nos alejamos de nuestro principal aliado: el Brasil. En el lapso de dos a tres años, mediante una nueva Ley de Hidrocarburos, posteriores Decretos Nacionalizadores (con YPFB a la cabeza) y una Nueva Constitución Política, el Estado ha recuperado la dignidad, soberanía, propiedad y el control absoluto y total de los hidrocarburos en toda la cadena, en un contexto netamente estatista y nacionalista. Buena o mala esta política, sólo la historia habrá de juzgar (lo que si parece es que no va a durar).
YPFB, el eslabón principal sobre el cual se inscribe y asienta la actual política de hidrocarburos del actual gobierno, está camino a una debacle y muerte anunciada. Así es, los hechos y la realidad nos señalan muy fehacientemente que YPFB se viene cayendo a pedacitos y no está preparada para los objetivos que fue creada; es decir invertir: operar, asociarse, controlar, fiscalizar, exportar, industrializar, ser empresa de servicios petroleros y cuanta más actividad se pueda imaginar de toda la cadena de los hidrocarburos en Bolivia.
YPFB, no es de ninguna manera la empresa de la cual los bolivianos puedan sentirse orgullosos en un proceso de cambio estatista y nacionalista. Dolorosamente, durante los tres últimos años, YPFB ha sido politizada al extremo del absurdo. Las actividades que realiza, están casi todas orientadas hacia un objetivo claro, que es ganar votos y obtener réditos políticos. YPFB está muy alejada de operar como una verdadera empresa petrolera, con tecnología, con gestión, con eficiencia, con capacidad de asociación, técnica y económica.
La gran mayoría de actividades en las cuales YPFB se ha involucrado han sido anunciadas con muchos platillos, sonajas, bombos y guirnaldas, pero lastimosamente han sido más para la foto y el show mediático, que para un efectivo desarrollo de la industria de los hidrocarburos en Bolivia.
Ejemplos pomposos y mediáticos abundan desde el 2006. Asociaciones y MOU’s con empresas de la China, de la India y de Irán que jamás se concretaron. Doce bloques firmados en asociación con PDVSA donde no hay signos ni vestigios de actividad. Adquisición de taladros y equipos que no operan y funcionan. Contrato incumplido de venta de gas a la Argentina. Los contratos renegociados de exploración y explotación están en fojas cero, debido a que no se han firmado los acuerdos de entrega y no hay sistema de transporte para evacuación de gases y líquidos. No hay gas para la Jindal para industrializar el hierro del Mutun.
La planta de licuables de Río Grande es todo un fiasco. Exploración en el norte de La Paz que no avanza. Escasez de combustibles en varios departamentos y venta de los mismos adulterados. ¿La tan prometida industrialización del gas dónde está? Inversiones estancadas y países vecinos que observan atónitos ¿cómo es posible embriagarse a ese extremo? Podríamos seguir abundando pero el papel no alcanza y los lectores se pueden aburrir.
Más doloroso aún es aceptar que además de utilizar a YPFB como una maquinaria para conseguir votos y popularidad durante los tres últimos años, se ha estructurado e institucionalizado en esta empresa elevados grados de corrupción, clientelismo y enriquecimiento ilícito de los que ahora manejan los destinos de los hidrocarburos.
De no darse un golpe de timón muy fuerte y muy pronto en el manejo de YPFB, (como diría nuestro muy famoso GABO), estaríamos a punto de declarar: “Crónica de una Muerte Anunciada para YPFB”. Así es, podemos aseverar que si no se dan cambios estructurales en YPFB, a nivel de selección de directores, de presidente y vicepresidentes, de todo el plantel técnico y que se pueda dar un giro a que opere como una verdadera empresa, los bolivianos nos volveremos a emborrachar nuevamente y en 4 a 5 años más, estaremos asistiendo, una vez más, a la privatización de YPFB, que por cierto se hará nuevamente a precio de gallina muerta.
Como pudo advertirme textualmente el comandante Fidel Casto en una reunión en La Habana, el mes de marzo del 2006: “En breve el presidente Evo Morales estará estatizando y nacionalizando los hidrocarburos. Conociendo muy bien a los bolivianos, puedo asegurar que lo harán tan mal que en 8 a 10 años mas, nuevamente estarán privatizando y abriendo el sector hidrocarburos al capital privado. Lastimosamente no son consecuentes como nosotros los Cubanos”. El Comandante parece estar teniendo la razón, donde su política energética es muy clara y estable.

* Álvaro Ríos Roca es Socio Director de Gas Enegy Latin America. Fue Secretario Ejecutivo de OLADE y Ministro de Hidrocarburos de Bolivia. (Este artículo originalmente salió impreso en el semanario Energy Press. Santa Cruz de la Sierra. Bolivia. Del 9 al 14 de marzo de 2008. En este blog es publicado con permiso del autor).