ESCUELA NACIONAL DE TEATRO
Por: Carmela Negrete
El gestor intelectual de la Escuela Nacional de Teatro (Bolivia) es Marcos Malavia, que en una de sus tantas visitas a La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, adonde llegaba de Francia para dar talleres de teatro, sintió la necesidad de crear un espacio serio de formación actoral.
Entonces tentó en esas ciudades e incluso pensó en la posibilidad de Sucre, pero finalmente aterrizó en Santa Cruz gracias a Marcelo Arauz, que lo contactó con monseñor Nicolás Castellanos que recibió la idea rápido y con entusiasmo.
Asesorado por Arauz y René Hohenstein, Malavia buscó a Hugo Francisquini, con una larga trayectoria en teatro, para embarcarlo en su proyecto y con su ayuda, en cuestión de siete meses, entre mayo y octubre de 2003, la naciente Escuela estaba oleada y sacramentada, y hasta diciembre se elaboró el proyecto curricular, se firmó un convenio con la Universidad Católica y el 2004 inició sus actividades.
“Creo que el que haya aterrizado en Santa Cruz no es accidental. De hecho el movimiento teatral aquí empezó a crecer y hay que reconocer que el Festival Internacional de Teatro ha generado un movimiento que ha permitido que esto suceda”, dice Francisquini.