viernes, 23 de septiembre de 2011

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ORLANDO

Rafaela María Brito

I
Year 2100 after Christ. Four centuries ago I live in Carlsbadand and stay most of the time in the darkness, hanging from one foot, upside down, because my brain thinks increasingly and weighs more Orlando, so much so that it has developed a system of eight channels to process reality.


II
At this time, Orlando, I have dealt to give your name to everything: Orlando to dogs, Orlando to stones, Orlando to dust, Orlando to water, Orlando to air, Orlando to darkness and Orlando to light.


III
At night, while obsessively I go around this endless labyrinthunderground and I suck  the black elixir of leaves the tree of good and evil, and wath when out of my mouth smell fresh human blood and that has kept me alert the last one hundred and forty-six thousand to my inmortal existence days, thinking of you Orlando, waiting to hear the soft beating of your wings, back in the distance,  holding the day when you come back to me.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

JOSÉ MIRTENBAUM:





Camino a la construcción 
de un Estado moderno


Texto: Claudia Gonzales Yaksic
Foto: Juan Murillo


¿Qué es lo que más critica del presidente Evo Morales Ayma?
Lo que más odio de Evo Morales es que a título del concepto  sumaj qamaña, que es buen vivir, vivir en prestigio y no es por la riqueza, sino por el respeto que la comunidad le tiene a uno, eso significa. Uno gobierna por prestigio y está referido al viejo concepto de Lao Tse que cuando eres buen gobernante no debes hacer nada. Todo se mueve por su propia lógica y energía. No tienes que hacer nada de decretos, no tienes que hacer nada porque todo está funcionando.
El buen gobernante es el que hace nada, pero cuando uno tiene que estar haciendo  todo el tiempo lo que Evo Morales está haciendo –desde el principio de Lao Tse y desde el mundo andino también, ojo--, es pésimo Presidente porque está haciendo mucho para no hacer nada, y esa es la marca de un mal gobernante. Viaja por todo lado, hace, deshace, insulta, no insulta, es un principio que la cultura andina profunda no comparte.
Todos tenemos una diversidad tan grande y una potencialidad tan grande de desarrollarnos y vivir muy bien.

Hasta ahora, ¿cuál ha sido el error más grande que ha cometido el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS)?
Una de las grandes equivocaciones es el retroceder sobre la promesa de las autonomías. El tercer día que Álvaro García y Evo Morales vinieron al Comité Cívico de Santa Cruz se comprometieron a acaudillar la autonomía y a los cuatro meses, cuando ya se hizo campaña pro referéndum autonómico, dijeron no. Ese fue un error político gravísimo, una falta de visión.

¿Por qué ese retroceso?
Por burros. Por miedo ha perder el poder político, ha descentralizar el beneficio del poder.

¿Hubiesen ganado si permitían que el pedido de autonomía continuara su curso?
Hubiéramos visto a Evo Morales bajo el Cristo con su wiphala rodeado de 700 mil personas que lo hubieran vitoreado más allá del propio Prefecto. Hubiese sido el primer Presidente indígena, además que da paso a una reivindicación que Zárate Willka ya la había señalado en 1899 y que peleó junto con José Manuel Pando por el federalismo.
No hay nada nuevo en esto. Lo que pasa es que somos generaciones que nos hemos olvidado de nuestra historia. No estamos en condiciones de olvidarla ahora. Más bien tenemos que recordarla, rescatarla, aprender de ella y un paso interesante de la democracia es que todos nosotros ahora estamos sustituyendo a la Asamblea Constituyente, porque la Asamblea no ha hecho el trabajo que debería haber hecho.
Tanto los de la oposición como los del gobierno se dedicaron a farrear la plata del estado en siete meses de inactividad total. Por ejemplo, en todo el año y medio hubo tres plenarias y en dos de ellas se pelearon.

¿Qué opina de este gobierno y las autonomías?
Creo que este gobierno y las autonomías son parte del comienzo y fin de un ciclo. Comienzo de un nuevo ciclo, pero no con estos políticos actuales. Estoy hablando de un proceso que probablemente se va ha iniciar el cuatro de mayo. El cinco no va ha pasar absolutamente nada fuera de lo extraordinario. Todo van a ir a trabajar, todo seguirá igual. El correo va funcionar mal, los micros van a seguir chocándose, las fraternidades van a seguir planificando su Carnaval del próximo año. Probablemente antes del  cuatro hayan amagues, pequeñas violencias focalizadas en los grupos que toda la población conoce, entre los pandilleros del MAS y de la Unión Juvenil Cruceñista, ésos se van a agarrar a patadas pero la gente no los va dejar tampoco, porque el acto democrático del voto por lo menos hemos aprendido a respetarlo.
Como se ha insistido en el modelo de la democracia liberal –porque el  MAS llega al poder vía el voto democrático liberal--, el referéndum será aprobado por un 75 a 80 por ciento sobre esa base de voto. Entonces, esta coalición de lógicas está preparando lo que en la física se llama un interfaz entre diferentes fuentes de energía. La energía que está por morir y la energía que está por nacer, que en realidad transformando a un ciclo político es el orden establecido anterior que da nacimiento al nuevo orden de cosas que va ser mucho más justo, más democrático, mucho más tolerante, donde de aquí a 20 años un muchacho burgués de la avenida San Martín no se avergonzará de tener su chica en la Villa Primero de Mayo.
Eso pasa por una serie de consideraciones del cambio de mentalidad que va traer esta  nueva época.
No hay que verlo en términos coyunturales, inmediatistas, porque nos desespera. Lo que nosotros llamamos las rupturas epistemológicas acarrear cambios de mentalidad, de estilo de vida, de actitud, de tolerancia. Es la época de los indígenas, por primera vez ellos forman parte de nuestra vida cotidiana.

¿Por qué Usted sostiene que los indígenas son importantes en este tiempo?
Los indígenas están ocupando un lugar importantísimo en el mundo a efectos de ser las poblaciones que menos daños han hecho al sistema ecológico. Y ahora tienen que rendir cuentas los capitalistas a los indígenas, porque los indígenas nos han entregado bosques enteros, bien cuidados y ¿qué hemos hecho con eso? Estoy hablando de todo el mundo.  ¿Qué hemos hecho? Hemos industrializado los árboles, nos hemos apropiado, los hemos convertido en propiedad privada y nos hemos olvidado de que ese árbol tiene una relación de redes impresionantes con otros sistemas de vida y eso los indígenas saben bien.
Está llegando un momento donde tenemos que compartir conocimientos. Creo firmemente en eso, en compartir conocimientos y vamos a tener que retroceder en imitar estilos de vida que no nos corresponden. Santa Cruz nunca va ser Huston, Texas. Santa Cruz es una especie de mezcla entre Sucre, Miami, pero la mezcla es mejor que tratar de convertir esto en una ciudad inhabitable. Ya lo es de cierta manera.
La Paz es una Nueva York aymará. Desde los años 60 se ha tratado de imitar a Nueva York. Se ha logrado eso, ¿pero cuál es la correspondencia social?

¿Qué pasó con las reivindicaciones indígenas de la tan mentada Revolución  de 1952? Al parecer no fueron tales.
Los indígenas en el `52 fueron utilizados a efectos políticos. Pero los aymarás, particularmente, y quechuas, que fueron participantes activos , dejaron que eso suceda porque ellos andan buscando su orden cosmológico desde 500 años atrás; los serios, no los simulacros de indígenas.
Cuando uno habla con los mallkus y los yatiris, ellos están buscando el ciclo del Pachakuti que es cuando se invierten las cosas a su orden natural y eso pasa por el hecho de que, tal cual Zárate Willka señalaba, tanto los indios como los blancos somos hijos de la misma República y creo que los cruceños dicen eso, por lo menos Rubén Costas es de la generación que acepta hablar de mestizaje y de “nuestros collas”, que está bien porque es cambio de lenguaje y de actitud y respeto por el otro que viene a trabajar.
Esas ya son pulsaciones de cambio que lamentablemente otras personas las interpretan por el lado de separatismo mental por x o z razones, raciales o prejuiciosas, pero todo esto es parte del cambio.

Usted habla de un cambio que se viene y de la importancia de la educación y la salud ¿por qué?
Eso tiene que ser acomodado e interfaceado seriamente por educación y salud.
Tiene que pasar por esas vertientes, principalmente educación. La educación tiene que venir muy bien medida y acomodada sobre la base de la construcción de un departamento autónomo con sus historias y que son las historias bolivianas en su versión cruceña.
Pero hay que hablar también de la preparación moderna de gente que va terminar en 20 años gobernando el Departamento Federal de Santa Cruz y para eso la Universidad está impulsando una preparación en ese sentido. Estamos en camino a la construcción de un estado moderno.
Recién estamos empezando en el siglo XXI algo que debíamos haber terminado más o menos a principios de los años de 1930, pero ahí estamos, es como nuestro propio ciclo.
Desde su óptica de sociólogo y antropólogo ¿cómo ve este tiempo?
Es un momento muy interesante, tiene su lado mitológico, tiene su lado cosmológico. Principalmente tiene su lado político que nos enerva a todos, pero necesitamos tener mucha paciencia porque así es nuestra hechura histórica. No estamos saliéndonos de un guión histórico.
Por lo tanto hay que trabajar, hay que volverse mejor ciudadano, más responsable, más cariñoso con el otro, más respetuoso, buscar otras alternativas de conducta. Eso es parte del bueno vivir y no volverse consumistas ciegos o cultores de las magníficas, porque son bellezas inalcanzables.

¿Qué opina de la obsesión de este gobierno por acabar con los apellidos extranjeros que al final de cuentas son parte de la historia boliviana?
Eso es un acto reflectivo; reaccionario diríamos en política. Es una reacción al hecho de que ellos fueron llamados Mamani, Quispe y cuando anunciábamos esos apellidos hacíamos caras. Es una reacción hormonal, es una reacción históricamente válida. A mi me preguntan: ¿y Usted es extranjero? y yo digo: Soy judío aymará y cuál es el problema. Lo que pasa es que tenemos que aprender a administrar nuestro mestizaje.
Desde que apareció el mapa del genoma humano hace cuatro años atrás y además fue puesto al Internet por Bill Clinton para regalo de la humanidad, es porque todos procedemos del mismo origen.
No hay tal cosa racial, todos tenemos exactamente el número de genes precisos para ser seres humanos. Algunos son más morenos, más blancos, más flacos, más gordos. Todo ese andamiaje genético es absolutamente condicionado por las culturas en las cuales nosotros vivimos.

¿Hay diferencias entre cambas y collas?
Hablar de que hay diferencias raciales entre collas y cambas es una estupidez fascista, propia de todos los que se jactan de la pureza racial. Eso es un prejuicio que tiene que ver con la construcción mental que se hacen de estas cosas, pero ese es un tema además del desconocimiento del otro y de ahí viene un tema interesantísimo: la cultura cruceña, urbana y rural, es monoteísta que solamente se vuelve animista en Carnaval. En cambio, los andinos son animistas todo el tiempo que se vuelven monoteistas en Carnaval y rinden pleitesía a la Virgen y aquí al dios Momo. Estamos simplemente regidos por este tipo de lógicas: monoteísmo versus animismo. Se está gestando este otro tipo de conflicto. 
Esta entrevista fue publicada originalmente en la Edición Impresa de Li Magazine. Mayo-Junio 2008. Santa Cruz-Bolivia.
En la foto los entrañables amigos José Mirtenbaum y Filemón Escóbar en noviembre de 2008 en Santa Cruz , durante la presentación del libro "De la Revolución al Pachacuti" de Escóbar.